Como siempre se nos ha
inculcado, las grandes cosas en la vida, en Venezuela y el mundo entero, se
construyen. No podemos pretender obtener resultados deseados de la noche a la
mañana, solo con paciencia, trabajo, constancia y disciplina, podemos tener lo
que tanto anhelamos. Se trata de una lucha constante que verá sus logros con el
pasar del tiempo. A esto me refiero cuando analizo el concepto de movimiento
social que no es más que una forma de acción colectiva, como lo señala el Anuario
de Movimientos sociales. Una mirada sobre la red. Elena Grau y Pedro Ibarra
(coord.). Icaria Editorial y Getiko Fundazioa. Barcelona, 2000:
“Un movimiento social es una
forma de acción colectiva, y la existencia de una acción colectiva implica la
preexistencia de un conflicto, de una tensión que trata de resolver – haciéndolo
visible, dándole dimensiones- esa acción colectiva. Pero – importante llamada
de atención- no cualquier conflicto desemboca en una acción colectiva que toma
la forma de un movimiento social.
1. Un movimiento social surge
porque existen tensiones estructurales (las estructuras del trabajo o las
familiares o las urbanas), que generan vulneración de
intereses muy concretos, muy
visibles, muy sentidos; muy vividos a veces. Así pues, surgen por carencias o
fracturas estructurales (que, dicho sea de paso, siempre existirán).
2. Un movimiento social surge
porque otras formas preexistentes -organizaciones- de solucionar ese conflicto no pueden llegar a
él, no saben llegar a él o no quieren llegar a él. Surge, pues, porque existen
carencias organizativas.
3. Un movimiento social surge
además porque a la gente –a determinada gente- no le gusta cómo se vive (cómo
viven ellos) en general y cómo se vive la resolución de esa injusticia, de esa
negación de intereses colectivos (pero muy cercanos) en particular.
Preferiría vivir/relacionarse con los otros de otra forma y preferiría solucionar
esos problemas colectivos de la misma manera que le gustaría vivir”.
Ahora bien, en los últimos años
el nombre de Venezuela ha estado dando de que hablar en todo el mundo, por no
decir los últimos 14 años, con la toma de Poder del hoy difunto y ex presidente
Hugo Rafael Chávez Frías. Y es que resulta imposible analizar el concepto de
movimientos sociales aislado de la política. En nuestro país existe un sinnúmero
de movimientos sociales en el ámbito campesino, indígena, de las mujeres,
obrero y sindical. Y si bien es cierto que sería injusto negar esos hechos
sociales, no es menos cierto que en el aspecto de grandes empresas privadas localizadas
en nuestro país no ha existido la posibilidad de expresar sus quejas o
necesidades. Observamos entonces una clara desigualdad manifiesta en nuestro
país con respecto a los movimientos sociales, pero que no deja de ser un
objetivo a lograr para muchos.
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